Antonio Vivaldi, il prete rosso


Qui Sedes, del Gloria RV 588

  • Año y lugar de composición: Venecia, Italia, entre 1713 y 1717
  • Libreto: Himno Cristiano (c.a. S. IV)
  • Forma: A B C
  • Tonalidad principal: Re mayor




Notas al Aria

Contexto:

Uno de los compositores omnipresentes en la época actual, la música de este genial compositor veneciano va mucho más allá de su suite Las Cuatro Estaciones. Escribió más de 500 conciertos para violín, violonchelo, flauta, oboe, fagot, viola d´amore, mandolina y chalumeau (precursor del clarinete) además de música sacra y ópera.

En la ciudad de Venecia existían cuatro instituciones (ospedale) de asistencia, dos de ellas financiadas por el gobierno de la república y las otras dos por la nobleza de la ciudad. Su fin era sostener, educar y enseñar un oficio a los niños huérfanos o sin recursos, dando un énfasis especial a la educación musical como mecanismo de recaudación de fondos.

Antonio Vivaldi fue designado maestro di violino y maestro di concerti en el Ospedale della Pietá (institución exclusivamente femenina) de manera intermitente desde 1703 y hasta 1738. Las obligaciones del compositor eran numerosas, pero a cambio tenía la ventaja de tener a su diposición excelentes instrumentistas y cantantes con las cuales interpretar sus composiciones sacras; la orquesta y coro, compuesto exclusivamente por mujeres, gozaba de gran prestigio en la ciudad.

El Gloria in Excelsis RV 588 al cual pertenece este Qui Sedes es el menos conocido de las dos musicalizaciones que Vivaldi hizo de este himno cristiano. La obra consta de doce números destinados a alabar al Señor. Desde el S. VIII ha formado parte del ordinario de la Misa romana y es cantado entre el Kyrie y la colecta, salvo en tiempos de Cuaresma y Adviento.

Gloria in excélsis Deo
et in terra pax hominibus bonae voluntatis.
Laudamus te,
benedicimus te,
adoramus te,
glorificamus te,
gratias agimus tibi propter magnam gloriam tuam,
Domine Deus, Rex cælestis,
Deus Pater omnipotens.
Domine Fili Unigenite, Iesu Christe,
Domine Deus, Agnus Dei, Filius Patris,
qui tollis peccata mundi, miserere nobis;

qui tollis peccata mundi, suscipe deprecationem nostram.
Qui sedes ad dexteram Patris, miserere nobis.
Quoniam tu solus Sanctus, tu solus Dominus, tu solus Altissimus,
Iesu Christe, cum Sancto Spiritu: in gloria Dei Patris. Amen

Gloria a Dios en las alturas
y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad
te alabamos
te bendecimos
te adoramos
te glorificamos
Te damos gracias,
por Tu gran gloria
Señor Dios, rey de los cielos
Dios padre todopoderoso
Señor hijo único, Jesucristo
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre,
Tú que quitas todo pecado del mundo, ten piedad de nosotros;
Tú que quitas todo pecado del mundo, recibe nuestra invocación
Tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros;
porque sólo tú eres Santo, sólo tú eres Señor, sólo tú eres Altísimo
Jesucristo, con el Espíritu Santo, en la gloria del Dios Padre, Amén



¿Cómo lo vió Vivaldi?

Se trata de una obra compuesta para orquesta, coro femenino y solistas cuya misma simplicidad la hace entrañable; sin grandes alardes armónicos o técnicos, es una composición que cumple a cabalidad con la finalidad para la que fue compuesta y que constituye una propuesta novedosa para la época en la que fue creada.

En el caso de Qui Sedes, vale la pena notar como algo original la inestabilidad armónica (es decir el cambio constante de tonalidades o inflexiones) que se anuncia desde la misma introducción y que es una de las características sobresalientes de la estética barroca. Como recurso musical y ante las inevitables repeticiones de la letra, el compositor busca variedad y énfasis disponiendo en modo menor la segunda repetición del texto, en la tonalidad de Si menor, particularmente obscura.

La pieza alterna la tonalidad de Re mayor, utilizada para mover los afectos agradables, felices, divertidos y estimulantes; con la tonalidad de La mayor, apropiada para resaltar la devoción y la esperanza.

Debido al extenso corpus compositivo de Vivaldi (escribió más de 500 conciertos, 49 óperas y varias piezas zacras), no se sabe exactamente la recepción que tuvo su Gloria RV 588. Se conoce que Vivaldi fue un personaje controversial y un tanto conflictivo, sin embargo, han quedado testimonios de las grandes audiencias que se congregaban para escuchar la presentación de sus obras, especialmente aquellas interpretadas por las niñas del Pio Ospedale della Pietá.

Versiones que se pueden consultar: